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Equipo Nacional de Descenso de ríos de Bomberos

La actividad deportiva de descenso de ríos, en el Cuerpo Nacional de Bomberos, comienza a desarrollarse en 1996, cuando en el Comando Provincial de La Spezia, se organizó un campeonato de rescate fluvial, donde, entre las diferentes pruebas de rescate en el río Vara, también se utilizó la balsa para el descenso de ríos. La conciencia de los bomberos de tener que hacer frente al rescate en aguas profundas se vuelve cada vez más evidente y, mucho más antes de las que después llegaran a ser las  actividades espeleológicas-alpinas-fluviales (=en Italiano S.A.F., acrónimo de "speleo-alpino-fluviale"), empiezan a formarse los primeros grupos de Bomberos que  utilizan balsas para el descenso de ríos. Estas balsas son de tela robusta capaz de resistir la abrasión de las piedras, que normalmente se encuentran en los ríos y, a diferencia de los botes clásicos ampliamente utilizados en la navegación, las balsas tienen un fondo con muchos agujeros que permiten la entrada y la salida del agua. La forma de estas barcas es muy simétrica y similares en la proa y en la popa,  tanto que inicialmente para reconocer la proa había que observar la dirección de las camillas, en las que el equipo asegura las plantas de los pies para operar remadas eficaces sin caer en agua. De esta manera empieza a entenderse que el uso de estas técnicas de navegación fluvial, será una evolución importante en las actividades de rescate, también porque el creciente número de los atletas que practican estas disciplinas  aumenta la posibilidad de específicas demandas de intervención.

El desarrollo del aspecto competitivo del descenso de ríos y el establecimiento del Equipo Nacional de Bomberos se actúa gracias a  la conciencia del Cuerpo de encontrar en el deporte un buen campo de entrenamiento para aquellas que son normalmente las operaciones de rescate en caso de aluviones e inundaciones.
En 1997 el Comando Provincial de Bomberos de Grosseto se convierte en la sede del personal organizador del Equipo Nacional Descenso de ríos de Bomberos y empieza a contar de la valiosa colaboración de deportistas de varios Mandos, como Asti, Firenze, Massa-Carrara La Spezia, Pavía y Roma.
Así comienza la participación a los campeonatos nacionales de categoría, donde la comparación con los equipos de atletas profesionales o semiprofesionales impone ritmos significativos, que inmediatamente ponen de relieve las dificultades que sufren los atletas Bomberos que por su profesión no tienen el tiempo para entrenarse adecuadamente.
Por eso hay fuerte necesidad de crecer, de desarrollar las habilidades básicas de los atletas.
En 1999, con la autorización de la Inspección de Emergencia, algunos atletas  participan a un primer curso de rescate fluvial en Dimaro, en el Río Noce, en Val di Sole (TN), donde por fin pueden trabajar durante una semana con profesionales de las  actividades fluviales, en un curso de agua muy laborioso, con un alto nivel del río debido a las fuertes lluvias y al derretimiento de los glaciares a gran altura.
Los atletas consiguen la patente de rescate fluvial WSR (acrónimo inglés que significa "Wind Snow and Rock").
El entusiasmo de los equipos sube y las posiciones en las clasificaciones del campeonato nacional de descenso de ríos de la A.I.R (acrónimo de Asociación Italiana de Rafting) poco a poco comienzan a elevarse.
En 1999, siempre con la autorización de la Inspección de Emergencia, algunos atletas de los Comandos de Grosseto y Massa Carrara hacen un curso de especialización para conductores de balsas en el descenso de ríos en la escuela para las actividades fluviales de Dimaro, en Val di Sole. Aquí en siete días los atletas aprenden técnicas avanzadas en la conducción de las balsas, en trozos de ríos  más exigentes, es decir clasificados como 4° y 5° nivel de dificultad, y al final ellos obtienen la patente avanzada de rescate fluvial.
Los Bomberos continuan participando a los campeonatos nacionales de descenso de ríos y el Equipo llega casi siempre al podio.
El número de atletas en la balsa es una de las dificultades que se vuelven evidentes durante las competiciones deportivas. En la normal conducción de balsas para las actividades institucionales, donde hay que favorecer la precisión de las trayectorias con respecto a la velocidad, el número de atletas es generalmente impar.
En las tripulaciones normales de Bomberos en efecto, hay un conductor que se coloca en la popa de la balsa, que tiene la tarea de corregir la trayectoria para ir hacia las consideradas mejores y por lo tanto no participa de manera continua a la propulsión.
En cambio en las tripulaciones deportivas, donde hay una fuerte comunión entre los atletas y cada uno de ellos tiene la percepción de la trayectoria exacta, para acelerar la velocidad el número de atletas es par, por lo general seis, cada uno de los cuales hace remadas tanto por la propulsión como por la correción del rumbo.
Por lo tanto empienza el esfuerzo para establecer equipos con número par, sin la única guía central, cuya constitución se muestra eficaz sólo en los casos en que están disponibles los atletas que provienen de importantes experiencias fluviales con el kayak y que con pocos entrenamientos  logran encontrar la comunión exacta.
La composición de la tripulación comienza a ver la alternancia de los atletas, y la participación de atletas de los Comandos de Pisa y Lucca.
Su actividad es particularmente gravosa ya que los ríos de gran volumen , sobre los que se pueden organizar los campeonatos nacionales de descenso están a un largo camino de la Toscana, los viajes para llegar a Vipiteno (BZ), Scalea (CS) o Scopello (VC), donde están los respectivos ríos Isarco, Laos y Sesia son largos y las respectivas sedes de pertenencia a  de los atletas no siempre logran dispensar sus atletas de los turnos de trabajo.
Los permisos deportivos expedidos por la Oficina para las Actividades Deportivas están sustancialmente limitados al calendario de competiciones y los modestos recursos financieros para la gestión del equipo no permiten alojar en los hoteles. Por lo tanto los atletas se encuentran en las estructuras operativas de los Bomberos, algunas veces a  varios kilómetros de distancia con respecto al lugar donde se tienen las competiciones.

 

La organización de las tripulaciones es cada vez más difícil, también por las deficiencias orgánicas generalizadas en los mandos  provinciales y los entrenamientos del equipo llegan a ser eventos excepcionales.
Para favorecer la formación de atletas en parejas o individualmente, se utilizan barcos simples o dobles, así que pueden descender los ríos también sin el equipo completo.
El entrenamiento completo  del equipo se hace generalmente antes de la competición, aprovechando la sesión de pruebas libres antes del inicio oficial.
A pesar de estas dificultades el equipo, gracias al entrenamiento individual de los atletas, muchos de los cuales provienen del mundo de kayak fluvial, casi siempre logra acceder al podio.
En muchas competiciones hechas durante el período 1999 -2007 el Equipo Nacional de Descenso de ríos de Bomberos ha logrado casi siempre la tercera posición, precedido por los Campeones Europeos de Vipiteno (BZ), que en repetidas ocasiones representó a Italia en los Campeonatos de Europa y del Mundo, y una tripulación de Valtellina costituida por guías que organizan tambièn bajadas comerciales.

Particularmente difícil fue el Campeonato Italiano de Descenso de ríos de 2005, donde en las competiciones oficiales  se ha introducido un  trozo del río Isarco (BZ) con dificultades  del cuarto y quinto grado.
Muy apreciada por la Federación y por las diferentes tripulaciones es la disponibilidad del Equipo Nacional de Bomberos a trabajar con entusiasmo para dar más seguridad a todos los atletas, incluso en aquellos lugares donde las vías fluviales son peligrosas.
En los años 2006 y 2007, la tripulación se ha integrado con el personal en servicio
al Comando de Bomberos de Arezzo, donde se transfiere también la sede del Equipo a principios de 2009.
Estos atletas se han incluido como una segunda tripulación en los campeonatos italianos, donde han llevado a cabo con capacidad  todos las pruebas programadas y donde han hecho la experiencia necesaria en los ríos con un gran volumen de agua para ser incluidos en el primer equipo en poco tiempo.